LA SUPERVISIÓN PARA PREVENIR EL BURNOUT
No es la primera vez que hablo sobre
la Supervisión para el Trabajo Social y su relación con la prevención del Síndrome de Burnout;
pero me parece importante editar una nueva entrada sobre este tema, puesto que el hilo conductor de este blog es hablar sobre los
riesgos psicosociales en la práctica del trabajo social, y los recursos para
prevenir o incidir sobre los mismos; y, desde mi punto de vista y mi experiencia profesional y teórica, la supervisión de apoyo parece ser una herramienta adecuada para el autocuidado del trabajador social.
Así, recordar que Carmina Puig (2009;
25), definió la supervisión como “el
proceso que suele desarrollarse y aplicarse tanto en el ejercicio profesional
como en la formación académica o continuada, y que tiene como objetivo
reflexionar y revisar sobre el quehacer profesional y los sentimientos que
acompañan la actividad, así como contrastar los marcos teóricos y conceptuales
con la práctica cotidiana”.
Por tanto, en su función de apoyo, persigue ofrecer el soporte adecuado a
los profesionales supervisados, contribuyendo a la resolución de conflictos,
tensiones y dificultades que se presentan en el ejercicio de su trabajo.
Si bien, tal y como señala Puig (2015;
13), en España, la palabra supervisión se entiende
más bien como control, como la intervención de un experto que dice lo que hay
que hacer. Sin embargo, el supervisor es un profesional que se ha tomado el
tiempo de reflexionar, que está abierto a los demás, que escucha todo lo que se
dice y lo que no se dice. Es un saber que procede de la experiencia y que
mantiene una relación pensante con ella.
Por tanto, el profesional supervisor
ha de tener conocimientos, experiencias, habilidades y actitudes que permitan
orientar a otros dentro del propio campo profesional; en este caso en Trabajo
Social.
Se trata de un profesional imparcial respecto de la organización que
interviene a demanda de la misma o de los propios profesionales, y que ha de
fijar con los propios profesionales, los objetivos que se quieren alcanzar en el proceso, e incluso la
temporalidad del mismo.
Dependiendo de los objetivos que queramos
alcanzar, puede realizarse: supervisión individual o supervisión grupal. Dentro
de esta última, se distingue a su vez la supervisión de equipo y la colectiva.
A través de este tipo de supervisión,
se ofrece al profesional apoyo a nivel emocional y psicológico, potenciando sus
capacidades personales, motivándole en la realización del desempeño
profesional, y ayudándole a reducir los factores de riesgo que influyen en la
generación de estrés y conflicto en el desempeño de su tarea cotidiana, y que
pueden llegar a afectarle a nivel profesional, personal y social, sufriendo el
Síndrome de Burnout del que ya hemos hablado con anterioridad en otras entradas
del blog.
Por tanto, es importante el
autocuidado personal y el cuidado del equipo para una prestación adecuada y de
calidad de los servicios que ofrecemos.
Gráfico
de Carmina Puig. 2015.
Incidir en el creciente interés que ha
surgido en los últimos años por la supervisión de apoyo a profesionales en
nuestro país, lo que se ha visto reflejado en las diferentes leyes de Servicios
Sociales denominadas “de última generación”, en las cuales se recoge el derecho
a la formación de los profesionales de servicios sociales y la obligación de
los poderes públicos competentes de facilitar la misma, potenciando los
conocimientos, capacidades y aptitudes de los profesionales, con el objeto de
mejorar la calidad, la eficiencia y la eficacia de la atención social prestada
a la ciudadanía.
Si bien, a pesar del notable
desarrollo de la supervisión en nuestro país en los últimos años, todavía
existen ciertas resistencias de los profesionales a la práctica individual de
la supervisión, debido al desconocimiento sobre la misma y, como señalábamos anteriormente,
a la asimilación errónea de la supervisión como práctica de control por parte
de las instituciones.
Por último, insistir en la necesidad
de incluir la supervisión en las organizaciones como un proceso dinámico, de reflexión
y análisis sobre la intervención social, facilitando un aprendizaje que mejore
las aptitudes del profesional, previniendo enfermedades profesionales y
favoreciendo la prestación de servicios de calidad dentro de las
organizaciones en las que el trabajador social lleva a cabo su labor
profesional.
¿Te gustaría tener mayor sobre
este tema?
- Puig, Carmina.
2015. La Supervisión en la Acción Social. Una oportunidad para el bienestar de
los profesionales.
- ISPA, Instituto de Supervisores
Profesionales Asociados: http://www.ispa-supervision.org/
- Instituto Indialogo: http://indialogo.es/supervision/
- IDAFAM: supervisiones online http://www.idafam.es/actividades-formativas/
- IDAFAM: supervisiones online http://www.idafam.es/actividades-formativas/
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