“Las máquinas no necesitan creer en su trabajo para hacerlo bien; nunca se sienten deprimidas, culpables o incompetentes; no sienten celos ni envidia de los logros de otras máquinas y no son competitivas. No necesitan estar motivadas para trabajar al máximo. Sin embargo, esta clase de sentimientos, y más aún, determinan la eficacia del trabajador social”. (Kadushin 1992: 227)
Bienvenidos a este blog.
En una profesión basada en la relación de ayuda, donde las capacidades y aptitudes del profesional se consideran las principales herramientas de la intervención social, parece evidente que el esfuerzo de las organizaciones se destine a cuidar estos recursos personales, facilitando los soportes necesarios para mejorar su formación y capacidades, y reducir los factores de riesgo que puedan afectar a su estado emocional, cognitivo, fisiológico y de comportamiento.
Si bien, tanto las instituciones como los propios profesionales aún no son del todo conscientes del riesgo que conlleva el no cuidarse, tanto a nivel personal como a nivel profesional, cuando los servicios ofrecidos se destinan a mejorar el bienestar social de las personas atendidas.
Pocos son los recursos de apoyo y la documentación existente sobre los riesgos psicosociales de los Trabajadores Sociales, cómo prevenirlos y cómo tratarlos.
Este blog nace de la ilusión de crear un espacio de reflexión donde los Trabajadores Sociales puedan encontrar herramientas y recursos de apoyo para favorecer su autocuidado, desarrollar competencias personales que mejoren su desarrollo profesional y personal, y hacer visibles los riesgos psicosociales a los que se enfrentan los Trabajadores Sociales, pudiendo ser extensible a todas y todos aquellos profesionales del ámbito social.
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